Escapar de algo o buscar algo? Esta es la eterna pregunta que invade su cabeza desde hace tanto tiempo… El aire empieza a faltar cada vez que esta idea martilla su mente… se siente sofocar…
La apariencia indica que todo está claro… que todo va bien y que todo lleva el curso que debe llevar… pero la realidad es otra…
No se puede lamentar de lo que tiene ni de lo que ha logrado… Otro en su lugar estaría feliz y no podría pedir más de la vida… trabajo, título, autosuficiencia económica… viajes, amigos… todo, o más bien “casi todo”…
Ése es el punto, el “casi”, un casi parece insignificante pero al final pesa como una cruz sobre las espaldas…
Escapar de la realidad en un desmayo que quisiera se volviese eterno, eterno el momento en que siente que el cuerpo va cayendo sin la capacidad de impedirlo, en realidad tampoco están las ganas de impedirlo.
Escapar de los lugares donde está sin saber dónde ir… Escupir en la palabra estabilidad pero al mismo tiempo desearla con tantas fuerzas que seguramente el ansia le impide lograrla… Porque los pensamientos que invaden su mente le impiden razonar como se debiera…
Caer caer caer, caer en un hoyo sin fondo y no terminar jamás de caer…
Embriagarse para olvidar, alterar los estados naturales de la conciencia para no pensar tanto, para no seguir dándose puñaladas en aquella herida profunda y abierta.
Al final es casi un instinto masoquista que permanece.
Desear que aquel respiro que alguna vez sintió muy cerca rozara sus ojos, pasando por la nariz, las mejillas, que recorriera su cuello para bajar lentamente.
Sentir aquellos ojos cristalinos que la miran con temor y a veces con timidez, atravesar la mirada en un instante de pasión que quisiera durara hasta la eternidad.
Dejarte acariciar suavemente por aquellas manos delicadas que alguna vez la abrazaron en un momento de llanto…
Concederse a un momento de placer con romanticismo, sin avergonzarse de sentir con placer aquel cuerpo estilizado que la toma y la hace suya en una noche fría que presencia el espasmo y escucha los gemidos que se hacen poesía pura.
Abrir las ventanas y gritarle al mundo lo que siente sin importar lo que diga el resto, reír sin motivo por el nerviosismo de encontrarse solos sin saber qué decir ni qué hacer.
Albergar la idea de que algún día tendrá entre las manos aquellos cabellos claros humedecidos por el sudor provocado después del orgasmo, y querer hacer ese momento eterno, plasmarlo en la mente como un verso que impresiona o como un cuadro que conmueve.
Sueños, sueños del ideal que a veces se acerca pero se aleja cada vez que se ha dado la oportunidad de tocarlo.
La frustración la ha llevado a concederse en las noches por seres que no le interesa ni siquiera saber el nombre, ni de donde son, escapar después del coito y dejar a todos en la duda… coleccionar pedazos de intimidad que quedan tan atrás que los olvida con facilidad…
Las apariencias engañan, y ella tiene la apariencia de ser una persona sin mayores motivaciones para estar mal, la alegría que esparce y sale de sus poros la hacen ver como una persona alegre, espontánea, es amada o odiada por eso, pero nadie ha descubierto que hay detrás de esa sonrisa que sale siempre con tanta facilidad… el dolor se ve sólo mirándola a los ojos con atención, en aquellas noches en que vaga de local en local tambaleándose por el exceso de alcohol que calma las ganas de seguir pensando…
Bailando perdida entre los sonidos con los ojos siempre cerrados viaja, viaja entre cada instrumento que suena y se introducen en su cuerpo produciendo un sonido propio. Viaja y vuelve a recordar los momentos en que aquello que ahora anhela pudo ser pero no fue.
El único modo para sanar es ver cómo sus palabras se hacen poesía y se disuelven en el aire sin encontrar respuestas.
Dormir todos los días queriendo despertar lejos y ver en la cama la figura que desea con los ojos cerrados, durmiendo tranquilo mientras los primeros rayos de sol entran a través del vidrio de las ventanas.
Desconsuelo al despertar y ver la cama vacía, o usada por alguien que seguramente no querrá ver de nuevo.
Encontrarse ausente mientras uno más le pregunta si la puede llamar, si pueden salir de nuevo. No escuchar nada, o más bien escuchar pero odiarlo por no entender que lo que quiere ella es otro y no él…
La enfermedad crece como gangrena que carcome el alma, y seguirá creciendo, quién sabe hasta cuando…
Aún alberga en las vísceras el deseo de concederse en aquellos brazos que alguna vez quisieron tomarla y no lo hicieron por temor a un rechazo… mientras ella no decía nada por temor también al rechazo…
Desencuentros que día tras día recuerda sintiéndolos cada vez más vivos…
Reconocer que lo único que necesita para sanar es aquella persona, es lo que más duele.
22 luglio, 2007
la sanación que anhela.
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5 commenti:
que emo tesoro !!! xD
esta wena la historia jejeje pillina
siga asi escribiendo verdaderas biblias.
saludos beshos
manten la calma nomas
wow
me huele a problema
me huele a catarsis.
no sé nah estoy loka xDD
me pareció buenísima...
Varias veces he comentado que cuando la gente escribe cosas así tiende a plasmar una realidad propia camuflada con poesía y encanto, con algo más de fantasía que realidad.
Aunque la mayoría de las veces que equivoco cuando intento deducir algo.
Saludos
[Kambio&Fuera]
eso es algo que la mayoria de la gente no ve... que el sexo es un reemplazo a otras cosas que te hacen falta en la vida... no siempre es por placer... muchas veces es por necesidad... y si tus carencias son muchas... a veces... mayores son tus deseos..
besos beia!!!
nos vemos...
me encanta komo escribes
ese es un don..
esas etapas de la vida en ke la karencia de kosas deceadas aparece y te patea el trasero son kuatikas,,
lo bueno es ke todos pasa..
kisas nunka es tarde..
pero puta ke la pasai mal mientras esperas..
besos!
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